martes, 17 de febrero de 2009

Cortázar inesperado



Este espacio debe su nombre a uno de los libros más celebrados del escritor argentino, cuya obra total ha sido de significativa relevancia en mi trayectoria como lector y escritor.

Creo que lo he mencionado ya en no pocas oportunidades...

2009 es el año del 25 aniversario de la muerte de Cortázar y para conmemorarlo, la editorial Alfaguara publicará en mayo un libro con textos inéditos de quien ha sido considerado, sin lugar a dudas, uno de los mayores renovadores de la literatura en nuestro idioma.

Papeles inesperados es el título del libro y en él se reúnen “11 relatos nunca incluidos en obra alguna, un capítulo inédito de Libro de Manuel, 11 nuevos episodios del personaje que protagonizó Un tal Lucas, cuatro autoentrevistas, 13 poemas inéditos... En total, un volumen de unas 450 páginas, muchísimas inéditas”.

El libro debe su origen a un hallazgo reciente de Aurora Bernárdez, viuda, albacea y heredera universal del autor, y Carles Álvarez, estudioso de la obra cortazariana.


El arco vivencial de Cortázar aquí reflejado va desde principios de los años treinta hasta casi 1984; por eso nos permite ver desde el personaje más engolado al más lúdico, del Cortázar profesor de provincias al más político, comprometido y crítico", apunta Julia Saltzmann, editora responsable de Alfaguara en Buenos Aires. "Para mí es, junto con la correspondencia, el otro gran texto autobiográfico, donde se ve la formación de la persona y del escritor; del precortázar al Cortázar famoso", añade.


El fragmento anterior pertenece a una larga nota, publicada en el diario El País, que habla del libro pronto a ocupar los anaqueles de librerías.

Sin dudas, Papeles inesperados será un suculento banquete para aquellos seguidores de la obra del ingenioso autor argentino, entre los cuales, desde luego, me cuento.

lunes, 16 de febrero de 2009

Árboles para salvar el planeta


Es sabido, según la tradición popular, que antes de morir todos deberíamos tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. De esta manera estaríamos dejando huella de nuestro paso por el mundo.

Sin embargo, tal como marchan las cosas hoy en día con el efecto invernadero y el cambio climático, de estas tres tareas que recoge el célebre adagio popular, la que viene cobrando mayor relevancia y que no deberíamos dejar de hacer por ningún motivo es la tercera: plantar un árbol.

Así lo ha entendido la ONU que, a través de su Programa para el Medio Ambiente, en 2006 lanzó la Campaña de los mil millones de árboles.

Para los interesados en ahondar más sobre el asunto, BBC Mundo.com publicó una interesante nota al respecto.

Las otras dos tareas del célebre adagio popular, si se reflexiona bien, a la larga podrían ser contraproducentes para el bienestar del planeta.

sábado, 14 de febrero de 2009

Algo que deberíamos tener muy presente los venezolanos en el día de mañana

Parece que siempre está a punto de suceder algo terrible (...) Esta capacidad de insuflar miedo en las sociedades es tremendamente dañina, porque el miedo no genera responsabilidad o altruismo, sino más miedo, más dependencia de nuestros supuestos defensores. Al final, el círculo vicioso se establece de forma irremediable: necesitamos ser protegidos por quienes fundan su razón de ser en un supuesto catálogo de terrores.

Ricardo Menéndez Salmón

lunes, 9 de febrero de 2009

Síndrome latinoamericano

A principios de esta década que se aproxima a su fin (ya sólo quedan poco menos de once meses para decirle adiós a los primeros diez años del siglo XXI, ¿otra década perdida para los latinoamericanos?) escribí un artículo que fue publicado en un reconocido diario venezolano y cuyo nombre es el mismo que le he dado a este post.

En aquel entonces ni Ortega en Nicaragua, ni García en Perú, presidían a sus respectivas naciones, pero ya un creciente grupo de sus (¿desmemoriados?) compatriotas amenazaban con llevarlos de vuelta al poder.

De cara a un nuevo proceso electoral en Venezuela, tan importante como todos los que se han sucedido desde 1958, he querido reproducir mi artículo tal cual apareció publicado en aquel entonces.

Creo que no hace falta agregar ningún otro comentario.


Síndrome latinoamericano

Los latinoamericanos vivimos de sobresalto en sobresalto.

Las crisis económicas, sociales y de gobernabilidad han encontrado un mullido colchón en nuestra ancha geografía. Si me aventurara a trazar una especie de balance, desde que comencé a interesarme por los contenidos de los diarios, allá por los lejanos ochenta, cuando era apenas un adolescente, hasta estos tiempos actuales que nos ocupan, concluiría en que son más las malas noticias que he leído sobre la región que las buenas. Sí. Lamentablemente muchas más. Para muestra un botón: las cruentas dictaduras de derecha en el sur, los desmanes de las guerrillas de izquierda en Centroamérica, millares de desaparecidos de uno y de otro lado, autoritarismos y represiones de toda especie, los golpes de estado, las devaluaciones de la moneda, la hiperinflación y la aparición, de tanto en tanto, de seductores mesías que prometen guiar a sus pueblos a la redención: Fidel Castro, Daniel Ortega, Noriega, Alan García, Carlos Andrés Pérez, Menem, Fujimori, etcétera y que no hicieron otra cosa que acumular poder y dejar luego a sus países sumidos en crisis peores a las que los antecedieron. Hombres de carne y hueso con dos atributos en común: mucho carisma y ambiciones desmedidas de poder.

Sin embargo, como cita el adagio popular, la culpa no es del burro sino de quien lo arrea. Porque algunos de esos mesías que han fracasado estrepitosamente siguen arrastrando a millones de seguidores en sus propios países o fuera de ellos, como lo demuestra la popularidad de Castro en toda la región y las osadas y surrealistas candidaturas por la presidencia en 2001 de Daniel Ortega en Nicaragua y de Alan García en Perú: en contra del más elemental sentido común, dieron la pelea y hasta llegaron a colarse en un nada despreciable segundo lugar. Tampoco conviene olvidar “el tango” de Menem en la querida Argentina, ni el joropo de CAP en estas tierras de Dios.

¿Qué induce a nuestra gente a seguir este tipo de comportamiento? ¿La ingenuidad?¿La falta de memoria histórica colectiva? ¿La ignorancia? ¿La exclusión? ¿El resentimiento? ¿La frustración? ¿O acaso ese sentimiento tan caprichoso que llamamos esperanza?¿O quizá sea una mezcla letal de todo lo anterior?

En algo más de quinientos años de historia, todavía tenemos líderes que apelan a los desmadres que se llevaron a cabo durante el proceso de conquista para nutrir sus arengas henchidas de resentimiento y lugares comunes. Arengas que cierto sector de la población está siempre dispuesto a escuchar y con las cuales se retrotrae a una época más romántica. A veces no hay nada peor que escuchar sólo aquello que deseamos escuchar. Entretanto, los descendientes directos de las víctimas de nuestro abyecto pasado, siguen abarrotando las calles de los principales centros urbanos de América Latina para mendigar una moneda o un mendrugo de pan. Anacronismos son anacronismos.

Los recientes sucesos de La Paz son parte de ese largo reportaje que viene escribiéndose en la región desde tiempos remotos: miseria, populismo y violencia; un círculo vicioso que cada vez pareciera consolidarse más, hacerse más fuerte y por lo tanto más difícil de romper. A finales de los ochenta le tocó el turno a Venezuela con el Caracazo, el año antepasado a la Argentina y ahora a la vapuleada Bolivia. ¿Cuál será el próximo país en inscribir su nombre en esta indeseable lista?

Mientras nuestros pueblos insistan en elegir a los líderes menos indicados (radicales con un verbo encendido, clasista y divisionista; con fórmulas populistas para resolver los problemas; autoritarios con evidente incapacidad para negociar e inobjetables ambiciones de poder), estaremos condenados a repetir la historia.

No obstante, esto no parará de la noche a la mañana como por arte de magia. Es preciso que desde los sectores más moderados y modernos de nuestras sociedades, comience a emerger una nueva camada de líderes que se entregue a la impostergable tarea de articular un mensaje atractivo y creíble para llegar a las grandes masas de excluidos, sin que por ello caiga en la tentación de echar mano a las facilidades que ofrecen el resentimiento y el populismo. Por supuesto, también tendrán que demostrar la validez de su compromiso con las metas trazadas. Sólo así podríamos esperar un futuro distinto a nuestro convulsionado presente.

Lo contrario sería algo bastante próximo al suicidio colectivo.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Regresa “Cuando seamos grandes”



Tras su exitosa primera temporada y su participación en la X edición del Festival de Teatro Infantil José Gregorio Romero 2008, Cuando seamos grandes, montaje de la pieza infantil escrita por Víctor Vegas, dirigido por Jennifer Morales y producido por el Teatro San Martín de Caracas, regresa a la sala principal de este teatro del suroeste de la ciudad a partir del próximo 7 de febrero.

La puesta en escena cuenta con las actuaciones de Paola Baroferre, José Alberto Blanco, Zammy Giménez, Kaoru Yonekura, Yma Sumack y la participación especial de la niña Verónica León.

Cuando seamos grandes obtuvo en 2006 el primer premio en el IX Certamen de Dramaturgia Infantil de la Universidad Central de Venezuela y fue publicada ese mismo año por el Fondo Editorial Pío Tamayo (Barquisimeto, Venezuela).

Las funciones serán los días sábados y domingos a las 3:00 pm. El Teatro San Martín de Caracas está ubicado en la Av. San Martín c/Pte. 9 de Diciembre, estación metro Artigas, Telf. (212) 4512161/3772526. Estacionamiento privado al lado del teatro.

martes, 3 de febrero de 2009

El último padre


En 2007 tuve la oportunidad, y a la vez la fortuna, de trabajar en el equipo técnico del primero de los espectáculos del Proyecto Padre, ideado, promovido y organizado por Gustavo Ott y el Teatro San Martín de Caracas. Un proyecto que llega a su fin el próximo viernes 6 de febrero con el estreno de su tercer y último espectáculo. En los dos anteriores, ha levantado no pocas polémicas: unos lo han amado, otros odiado, pero ha dejado a muy pocos indiferentes... Y en esta ocasión seguramente será igual. Sin embargo, voy a dejar que sea el propio departamento de prensa del Teatro San Martín quien le haga la invitación al lector y explique la envergadura e importancia de este proyecto:

Estreno mundial con cinco piezas dedicadas al tema del “Padre”.

TERCER PADRE: OBRAS JOSÉ, SE ESTRENA EN SAN MARTÍN

El Teatro San Martín de Caracas presenta este viernes 6 de Febrero, a las 8 pm, y en estreno mundial, el Tercer Padre: Obras José, “Atardeceres”; cinco piezas sobre el tema del Padre iberoamericano escritas de manera especial para el TSMC por Angel Norzagaray (México), Benjamín Gelemiri (Chile), Ignacio del Moral (España), Santiago Martín Bermúdez (España) y Mónica Ogando (Argentina), bajo la dirección del venezolano Costa Palamides.

Este Tercer Padre: Obras José, “Atardeceres”, está compuesto por las obras “El Padre José” de Angel Norzagaray (México); “¿Quién Eres?” de Ignacio del Moral (España); “La Cuota de Plusvalía” de Benjamín Gelimeri (Chile); “Domingo” de Mónica Ogando (Argentina) y “Ella Bailaba Boleros de Isolina” de Santiago Martín Bermúdez. El elenco lo integran María Brito, Ludwig Pineda, Juliana Cuervo y José Gregorio Martínez.

El Proyecto Padre: Obras José es un mega proyecto que contempla en su totalidad tres espectáculos distintos contentivos de 13 obras y 13 autores de 9 países. El personaje central, “José”, posee las mismas características en todas las piezas, aunque varía su contexto, condición social, usos del idioma, profesión, etc. Si “José” en una obra es un burgués, en la otra es un obrero, un macho o gay, un filósofo o un idiota, un tahúr o un santo. “José” es casado, divorciado o viudo y vive al mismo tiempo en Argentina, Venezuela, España, Chile o México. Puede que “José” hable mucho o poco y su vida es distinta en cada obra aunque es el mismo “José” siempre: padre de dos hijos y con un temblor en su mano derecha. Y es el mismo “José” siempre porque queda claro que “José” es, además de un personaje, una metáfora.

Para Costa Palamides, director de este Tercer y último “Padre”, fundir la realidad del "padre hispanoamericano" ha sido “esclarecedor y a la vez aterrador”.

—Se trata de un rompecabezas de angustias y delirios sobre la paternidad en nuestros días —acota Palamides—. Me he valido de recursos del realismo mágico, el surrealismo, el hiperrealismo, la farsa y el melodrama; cinco tergiversaciones de la realidad, cinco maneras de enfoque en una rayuela de la que surgen y se desvanecen cinco padres terriblemente verídicos, reconocibles y patéticos —apunta.

Este es el primer trabajo que el reconocido director de Teatrela realiza con el equipo del Teatro San Martín de Caracas/Textoteatro. “Trabajar en San Martín es una delicia; hay allí una guarida de creación. En este caso, con cuatro actores excepcionales y un equipo de mística bajado de los cielos, con pócimas de dos gardenias y milagros. No es para menos con tanto padre paternal y padrísimo que nos duele y nos avasalla”, dice el Director invitado.

Tercer padre: más profundo y difícil.

Según explica Gustavo Ott, Director General del TSMC, este “Tercer Padre” es el espectáculo más “profundo y difícil” de los tres presentados hasta ahora.

—De los tres espectáculos es el que tiene más piezas, cinco. Costa realiza un trabajo de dramaturgia con los cinco dramaturgos y logra hilar, como un buen autor no sólo de la escena, sino de la literatura, las cinco historias que, en tiempos, contextos y lenguajes distintos, apenas tienen un punto de coincidencia: un personaje llamado “José”. De los tres “Padres”, este es el único que funde las piezas. Por supuesto, esto no es nada fácil de hacer, incluso para el autor más bregado, pero Costa lo ha hecho como un veterano de la pluma.

Con el Tercer Padre culmina la primera fase de este programa de autores que ha reunido, desde el 2007, a catorce actores, trece autores, tres directores y dos decenas de artistas de catorce países. Las 13 Piezas “José” serán publicadas este mismo año y presentadas en julio próximo, cuando se estrene el Primer Espectáculo del Proyecto Madre: Obras María, que también incluirá quince piezas de todo el mundo escritas especialmente para este proyecto, dedicadas al tema de la Madre.

Padre 1 , 2 y 3…

El Primer Padre: Obras José, “Amaneceres” se estrenó el 8 de Junio del 2007 y fue integrado por las piezas: “Los Adioses de José” de Victor Viviescas (Colombia); “El que te cogió y se fue” de Elio Palencia (Venezuela); “Papá poeta” de Ricardo Halac (Argentina) y “Cenizas Vivas” de Roberto Ramos Perea (Puerto Rico). El elenco de este “Primer Padre” lo Integraron los actores Gonzalo Cubero, Trino Rojas, María Eugenia Romero, William Escalante, José Luis Záez y Lismar Ramírez, bajo la dirección general de Luis Domingo González.

El Segundo Padre: Obras José, “Noches” fue estrenado el 5 de Junio del 2008 (con el apoyo de Iberescena, el Centro Helénico de México y el Celcit-Argentina) con las piezas “El Testamento de José” de Luis Mario Moncada (México); “La Rosa Mística” de Patricia Suárez, (Argentina) y “Notará que llevo un arma” de Gustavo Ott (Venezuela), dirigidos por Marcos Vieyra (México), con la participación de Susana Varela (Argentina) y los actores Venezolanos, Luis Domingo González, David Villegas, José Gregorio Martínez y Jennifer Morales.

Y el Tercer Padre: Obras José, “Atardeceres”, que estrena el TSMC este viernes 6 de febrero está compuesto por las obras “El Padre José” de Angel Norzagaray (México); “¿Quién Eres?” de Ignacio del Moral (España); “La Cuota de Plusvalía” de Benjamín Gelimeri (Chile); “Domingo” de Mónica Ogando (Argentina) y “Ella Bailaba Boleros de Isolina” de Santiago Martín Bermúdez.

Las Funciones del Tercer Padre: Obras José, “Atardeceres”, serán a partir de este viernes 6 de febrero, de viernes a sábado a las 8 pm y los domingos a las 6 pm en la Sala Principal del Teatro San Martín de Caracas.